Curvas, caballos y vacas exigen precaución en el viaje de Mondoñedo a Bretoña



Aunque arreglada y dotada de un firme y de un aspecto general que contrasta vivamente con el pésimo estado y la sensación de abandono que ofrecía antes de la mejora, la carretera LU-125, que va de Lindín a Bretoña y es una de las principales vías de comunicación del municipio de Mondoñedo con el de A Pastoriza, presenta una serie de rasgos que cualquier automovilista debe tener en cuenta.
Con poco más de diez kilómetros de longitud, las curvas están presentes en gran parte del trayecto, especialmente al comienzo y al final. La necesidad de extremar la precaución, agudizada por los terraplenes que hay en la parte que discurre por el concello mindoniense, aumenta por la probable presencia de caballos o vacas en la calzada.
En un recorrido realizado ayer por la mañana en sentido Lindín-Bretoña, no apareció ningún animal en la calzada, pero sí se veían excrementos en varios puntos de la vía. En la zona de Campo do Oso, en el límite de ambos concellos, había algún caballo pastando cerca de la carretera.

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